miércoles, 14 de diciembre de 2016

ALBERTO PUIG: VALOR Y CORAJE (y II)


 Todo piloto en los albores de su etapa como profesional, sueña con llegar a ser campeón del mundo en alguna ocasión. Es la meta como objetivo que se imponen los mejores y más ambiciosos. Pero eso no quita que algunos ilustres de nuestro motociclismo se hayan quedado a las puertas, o les haya faltado algo de fortuna para conseguirlo, circunstancia que no resta una pizca de valor a su talento. Así por lo pronto me vienen a la memoria muchos de los prestigiosos que en más de una ocasión nos han hecho vibrar de lo lindo; son muchos los que me dejo, pero aquí va una muestra.

   Randy Mamola preside el encabezado en mi lista de desafortunados pilotos sin corona por su reiterado dominio en el subcampeonato de los 500 GP (hasta en cuatro ocasiones) y ser tercero dos temporadas. Piloto con carácter y mucho carisma, se hizo querer aya por donde iba. Sobre todo en el viejo continente; en Assen era un piloto siempre ovacionado aunque no quedase en puestos cabeceros. Aún recuerdo aquella carrera interrumpida por la lluvia en el G. P. de Holanda del ’92, corriendo para los colores de Budweiser con una Yamaha privada, y en el año de su retirada. La gente se volvía loca viendo a su ídolo salir a la puerta del box frente al poblado graderío de la línea de meta. Si hay algún piloto al que le concederían el título por votación popular y, por supuesto al mérito deportivo, ese no sería otro que el pecoso piloto estadounidense.

   Otros malogrados, como en el caso de Santiago Herrero. Uno de los grandes pilotos españoles llamados a escribir nobles gestas deportivas a nivel mundial, y que la desgracia en forma de accidente mortal en la cuarta prueba del mundial en el TT de la Isla de Man se lo llevó para siempre. Todo ello después de haber quedado tercero el año anterior y claro favorito en las quinielas para ser el Campeón del Mundo de la categoría del cuarto de litro en el ’70, luchando a cara de perro con las oficialísimas Yamaha y Benelli. Antojos de un destino cruel.

   Longevos, como el brasileño Alex Barros. Con más de 20 años de participación en el mundial y militando prácticamente en todas las categorías existentes (a falta de la de 125c.c.), solo pudo conseguir un cuarto puesto como mejor situación final del campeonato: una en 250c.c., Dos en 500c.c., y dos en Moto GP. Aunque la del primer año de MGP en 2002 fuera la práctica totalidad de la temporada con la montura de dos tiempos, consiguiendo un más que merecido pódium en Assen, y únicamente tres de las últimas carreras con la mil de cuatro tiempos. De no ser por este motivo, está claro que se hubiese dejado ver en las primeras posiciones de la tabla al final de la contienda. Quién sabe si no habría sido capaz de lograr su primer entorchado.

   Con tan solo tres victorias, un puñado de podios en la categoría de 500, y diez participaciones completas entre el mundial 500 GP y MTGP, Norick Abe fue otro de los grandes con etiqueta de futuro campeón mundial, pero quizá su exceso de vehemencia en ocasiones, sumado a la dificultad que supone ser piloto en la categoría reina, hicieron que solo consiguiera una quinta plaza final en el ’96 como mejor marca final. Pero el destino todavía le tendría guardado un final mucho mas amargo en el 2007. Es el año donde se encontraría con la muerte, y  todo debido a un cambio de sentido ilegal realizado por un camionero que se lo llevó por delante cuando circulaba con su T.Max en una vía pública.

   Y por supuesto ni quiero, ni puedo olvidarme de uno de mis favoritos: Juan Garriga (heart &soul). Poco se puede escribir sobre este fenómeno que no se haya conocido ya. Sus duelos con nuestro bicampeón Sito Pons en el año ’88 son de sobra conocidos. Y ese estilo suyo tan particular sacando todo el cuerpo fuera de la moto rodilla en el suelo, cuando se disponía a abordar cualquiera de los virajes. Esto le hizo valedor del sobrenombre “Boeing 747”. El gran Ricardo Tormo llegó a decir de él en su libro que “ha sido un piloto más valiente que listo, que tenía unos cataplines que no le cabían dentro del mono de cuero. Creo  perfectamente que hubiese podido ser campeón del mundo, pero tuvo la desgracia de encontrarse en su trayectoria deportiva con Sito. Si en motociclismo se premiase el valor, el coraje y las ganas, Garriga hoy tendría mejor palmarés del que posee”. Sabias palabras del gran Ricardo.

   Pero sin duda para mí, uno de los pilotos más desafortunados que se ha quedado sin corona siendo merecedor de ella por su gran coraje y valentía, no ha sido otro que Alberto Puig. Una década en el mundial de velocidad y toda una vida viviendo para el motociclismo, que tuvo que finalizar su etapa como piloto en activo debido a las secuelas que dejaron su maltrecha pierna izquierda en aquel accidente del GP de Francia en Le Mans ’95. El año en el que estaba llamado a ser el primer campeón español de la categoría 500 GP. Había conseguido lo más difícil: perderle el respeto al coco de la categoría, Mick Doohan. Aunque Alberto, siempre sincero en sus declaraciones, nunca quiso atribuir su accidente debido a la mala suerte. Lejos de compadecerse de su infortunio el bravo piloto español no dudaba en decir que “solo se puede saber si has tenido buena o mala suerte al final de tu vida (…) he pensado mucho en ese accidente, y pensándolo fríamente, lo más lógico es que me hubiese matado. Ahora estoy aquí con una pierna maltrecha, pero estoy vivo. No, no he tenido mala suerte”. Todo un gran ejemplo de vida.

   Pero lejos escribir sobre el talento de este piloto, o de dar mi opinión personal sobre uno de los grandes, prefiero dejaros -si queréis echar un rato- que disfruteis del magnífico artículo que el maestro Juan Pedro de la Torre escribió para Motociclismo el año de su retirada en 1997. Además de una entrevista que realizó Manuel Pecino en el mismo número con un título más que sugerente: “La leyenda del Indomable”. Espero que disfrutéis si no conocíais este documento, como yo lo hice al releerlo de nuevo.

   Del mismo modo te invito a que veas la primera parte sobre mi pequeño homenaje a Alberto y donde repaso su mejor etapa como piloto del mundial en su paso por los 500 GP, y hasta el día de su accidente. (http://referenciadefrenada.blogspot.com.es/2016/01/alberto-puig-el-rey-sin-corona-parte-i.html)



MIGUEL A. EGUIA.  @eguiaonroad


















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